Gelareh Nazemi , la bella juez del futsal olímpico que acapara la atención de medios internacionales en Buenos Aires Argentina , rompiendo paradigmas y tradiciones ya es parte de la historia del futbol..
Como sacada del popular cuento de hadas , "Las Mil y una noches" , mágicamente es la primer árbitro iraní en un torneo oficial de la FIFA de fútsal, mismo del cual hace su debut en el programa olímpico por primera vez.
La enigmática mirada de sus ojos obscuros y 34 años observa detenidamente cada jugada del torneo donde mas allá de su labor es toda una pionera en su país. Ya que fue decisión de la confederación asiática de futbol y de la federación como representante arbitral en el torneo, nominación que rompe barreras en la República Islámica de Irán donde además esta nación es potencia del Futsal a nivel mundial.
Rompiendo paradigmas de la conservadora y dura critica de la sociedad de su nación donde que aun conservan muchas tradiciones milenarias donde la mujer no es del mucho muy favorecida en la vida cotidiana pero teniendo a su favor a la capacidad demostrada dentro de la duela que la barrera del genero no es impedimento para dirigir un partido de alto nivel y además del carisma que posee mucho debido a su atuendo tradicional deportivo de las mujeres de medio oriente ha robado la atención de propios y extraños y sobre todo de medios internacionales que la siguen de cerca en cada compromiso. Esta vez, tendrá una recompensa en ser la árbitra designada en la final del Torneo Olímpico Juvenil de Fútsal Femenino Buenos Aires 2018, que jugarán este miércoles Portugal y Japón en el Tecnópolis.
En lo que va de competencia olímpica, tanto ella como sus cinco compañeras -6 de los 24 jueces designados son mujeres- han dirigido tanto el certamen femenino como el masculino. De hecho, Gelareh fue referí principal en el Egipto-Eslovaquia que decidió el pase de los africanos a las semifinales de hombres. Ahora esta arbitro profesional nos brinda una gran demostración dentro de un deporte con mucho futuro en de cara a iniciar la tercera decada del Siglo XXI donde el espíritu olímpico rompe barreras en general, paradigmas o tabú alguno.
